fuente: aurora 02/05/11 En
la película “La Lista de Schindler” el productor Steven Spielberg
relata los hechos que ocurrían en los campos de concentración. La
película empieza con la invasión del ejército alemán en Polonia, en
septiembre de 1939, donde las fuerzas alemanas derrotan al ejercito
polaco en dos semanas. Se ordena a los judíos que registren a todas sus
familias y se trasladen a las principales ciudades. Más de diez mil
judíos llegan a Cracovia diariamente. Por lo tanto, todas las familias
judías fueron obligadas a dejar sus hogares, sus casas y todas sus
pertenencias y fueron organizados en guetos fuera de Cracovia.
El Judenrat, el Consejo
judío compuesto por 24 judíos responsables de llevar a cabo las órdenes
del Gobierno en Cracovia, como las respectivas al trabajo, el
alojamiento y la comida. Allí se presentaban las quejas. Los judíos
que no sabían realizar ningún trabajo manual, (o que eran de formación
intelectual: médicos, profesores, etc.) acorde con las necesidades de la
guerra eran asesinados. En los ghettos utilizaban la mano de obra judía
porque eran más baratos que los polacos. Oskar Schindler, un oficial
alemán de la SS aprovechó la oportunidad de la guerra para transformar
una fábrica de calzados que le pertenecía a una familia judía, en una
fábrica de utensilios de cocina (ollas y cacerolas) contratando mano de
obra del ghetto judío (ciudad judía) la cual era gratis, ya que por cada
judío que trabajaba en su fábrica no le pagaba ningún sueldo, pero sí
pagaba una pequeña contribución al ejercito alemán. Si hubiese utilizado
mano de obra polaca, Schindler debía haberles pagado un sueldo a los
polacos por su trabajo. Esta oportunidad de Schindler para hacer
dinero era única, ya que el había intentado anteriormente con otros
negocios y no le había ido bien. En muy poco tiempo, hizo muchisimo
dinero, más dinero de lo que pudiera gastar en toda su vida. En el
entorno donde vivía, la guerra dejaba su triste huella en todas las
esferas sociales, económicas, culturales. Todos los judíos de Cracovia
estaban ubicados en la ciudad judía donde los judíos estaban a la
disposición de la fuerza alemana. El primer oficial de la SS
alemana, Goeth, vino al ghetto para representar al ejercito y controlar
el trato que se les daba a los judíos, asegurándose de que los judíos
viejos, que no tenían fuerzas para trabajar fueran eliminados
disparándoles en frente de todo el mundo. Asimismo, el oficial que se
emborrachaba todo el tiempo, cuando se aburría tomaba su rifle y desde
el balcón de su inmensa quinta, ubicada en la colina del campo de
concentración judía, empezaba a disparar a cualquiera de los judíos que
se encontraban trabajando en el campo de concentración. Todo el drama
de la película se basa en los hechos crueles que tenían que sufrir los
judíos en los campos de concentración de Polonia. El primer oficial del
ejercito alemán, Goeth, traía periódicamente médicos para chequear su
propio estado de salud y aprovechaba y chequeaba el estado de salud de
los judíos, pesándolos y viéndoles el color de su piel. La
alimentación en los ghettos era muy pobre, muy desbalanceada, por lo que
los judíos bajaban de peso rápido y se enfermaban. Para disimular la
palidez, las mujeres se cortaban con objetos afilados y utilizaban la
sangre como maquillaje para las mejillas y los labios. Cuando los
soldados alemanes vieron que un judío era manco, le dispararon
enseguida, porque no rendía igual que un judío que tenía las dos manos. En
una noche, el 13 de marzo de 1943, se decidió la evacuación del ghetto;
se reunieron todos los soldados alemanes y recibieron instrucciones de
parte del primer oficial de la SS, Amon Goeth, para disparar a todos los
judíos del ghetto, niños, mujeres y hombres. Los judíos se escondieron
debajo de sus camas, en los sótanos, en las cloacas, en los inodoros,
esperando que pasara la ráfaga de disparos en contra de sus familiares. Durante
todo este tiempo, en la fábrica dirigida por Schindler ningún judío
había muerto, o desaparecido o enfermado, ya que Schindler les ofrecía
un trato humano. Pero Schindler no tenía ningún poder de cambiar las
cosas, lo único que él pudo hacer era conservar al judío que era su
contador para sus operaciones contables y el control de todo su dinero. Después
de la matanza desmedida que el Fuhrer había ordenado en el campo de
concentración debían deshacerse de todos los cadáveres por lo que
inventaron un horno humano, donde depositaban a todos los judíos muertos
y fabricaban jabón con la grasa de los cuerpos. Cuando se esperaba la
llegada de los judíos de Hungría, como no había más espacio físico,
decidieron evacuar a los judíos al campo de concentración de Auschwitz,
donde los encerraban en las cámaras de gas. Primero los ponían a
desvestirse, a las mujeres les cortaban el pelo muy corto, les daban
jabón y los metían en unos cuartos de baño con muchas duchas, una ducha
para cada uno, les decían que respiren profundo, que es bueno para la
salud, después cerraban las puertas y abrían las duchas de donde salía
el gas en lugar de agua. Por esta razón, ningún judío no deseaba ir a
los campos de concentración de Auschwitz. Cuando
Schindler se dio cuenta que Amon Goeth se llevaba a todos los judíos a
Auschwitz, empezó a negociar con él para que le permitiese llevar a
Checoslovaquia, donde nació Schindler, a todos los judíos que habían
trabajado para él en la fábrica. En base a la memoria de su contador,
Schindler hizo una lista con los nombres de mil cien judíos (familias
enteras) que fueron salvados por él y por los cuales pagó todo el dinero
que había ganado en la fábrica de ollas y cacerolas. En el presente,
viven 6.000 descendientes de los judíos salvados por Schindler. Hay un
dicho que dice: “El que salva una vida, salva el mundo entero”. El
libro “Holocausto” del autor Gerald Green es una obra con valor
símbolico. El tema evidente son hechos, motivos y formas de pensar de un
período concreto de la historia, pero su contenido real es un retrato
vivo del género humano, en cualquier ocasión que sea capaz de
desencadenar las pasiones más violentas. ¿El escenario? Europa
Central, o cualquier lugar del planeta donde la agresividad pueda
desatarse sin freno. ¿Época? Segunda Guerra Mundial….y también cualquier
otro lapso en la vida de la humanidad, si somos capaces de olvidar sus
monstruosas aberraciones. En impresionante sucesión, se sobreponen
imágenes de amor y odio, de bajeza y heroismo, de confusión de mentes y
nitidez de ideales. Un birllantE abogado alemán está tan convencido de
que presta servicios a la patria, que no entiende por qué habran de
ocultarse al mundo medidas ejemplares como las técnicas de exterminio de
los campos de concentración nazi. Un médico judio y su familia no
logran aceptar la idea de que el odio sistemático pueda haberse adueñado
de algunos y ser causa de la ruina de su raza. En estas páginas,
escritas con un realismo que ha provocado controversia, se dan cita
gestas y hechos significativos de la ambición más tenaz y de la voluntad
decidida de sobrevivir. Los personajes principales son relativamente
pocos, pero representan a millones de individuos poseídos de un furor
devastador, o victimas de la angustia y de la muerte. Aún en medio
del odio despiadado, florece el legítimo amor de una joven pareja. Por
encima de la persecución encarnizada, prevalece el instinto de
supervivencia y la determinación de ser testigo del desenlace final,
desafiando con denuedo a un mundo en llamas. El estilo de la
narración tiene tal fuerza, sus personajes están tan bien caracterizados
y las situaciones son de tal dramatismo, que al ser llevada a la
pantalla dio por resultado una de las series de televisión más
impresionantes, de las más aplaudidas y discutidas por todos los
públicos, “Holocausto”, cuyo trama esta constituido por los relatos de
dos testigos de dos posiciones diferentes: un judio y un alemán. Por
ejemplo en la página Nº229, en el capítulo llamado “El diario de Erik
Dorf”, se puede observar que las anotaciones del diario de este alemán
se refieren al mes de octubre de 1942, en Auschwitz: Desde la muerte de
Heydrich estoy en suspenso; Himmler, temeroso de crear otro rival, no ha
nombrado sucesor y está tratando de llevar él solo todos los asuntos,
los transportes, los campos de trabajo, las nuevas instalaciones. Hoy
estuve en Auschwitz, que anteriormente fue el pueblo judío de Osweicim.
Será el principal campo para la solución final. Está cerca de una unión
de ferrocarril, sobre una línea principal de entronques. Esta rodeado
por bosques. Cerca están muchos guetos judíos. Y hay un completo
complejo de industrias de guerra alrededor: la I.G. Farben, la Siemens y
otras. Rudolf Hoess, el comandante, escuchó atentamente mientras
Himmler desenrollaba un enorme mapa diagramático y le explicaba sus
deseos. -Auschwitz tendrá el doble de su tamaño actual. Y estos nuevos sistemas deben ser ampliados inmediatamente. Los
sistemas son ingeniosos, un área de espera, grandes cuartos con
azulejos para el acto más importante, cinturones conductores para llevar
los cuerpos hasta los hornos. Por supuesto que esto ya estaba en
operación pero en pequeña escala. En la página Nº119, en el Diario de
Rudi Weiss, se relata como habían arrestado y enviado a su mamá a
Varsovia en un vagón de tren de ganado y como se habían enterado de que
su hermana, Ana, había sido violada y que la misma se volvió loca debido
a esto en un campo de concentración. Rudi describe el dolor y el
sufrimiento que experimentaba su madre en el momento en que supo que su
hija había sido asesinada. “Durante un largo rato no dijo nada; solo
movía la cabeza, presionaba sus ojos con sus manos, mientras mi madre le
mentía sobre Ana. Era demasiado buen médico para aceptar la historia de
que simplemente había caído en una declinación mental. Tales colapsos
mentales, alegaba, tratando de moderar su pena infinita mediante el
análisis médico, usualmente eran provocados por el trauma de alguna
especie. -Le había sucedido algo a Ana? -No -contestó mi madre-. Solo fue una depresión gradual. -La vida dentro de ella, la vida dentro de ella -lloraba-. La mataron. Comprendió
entonces que ninguna indignidad, ninguna opresión, ninguna humillación y
ninguna tortura podría separarnos, a la familia Weiss, y a los judíos
de Europa por el resto de su vida, no podrían borrar la visión de su
hija perdida”. Fuente: e-mas.co.cl |